Neptuno y los Millenials
Irene/ febrero 5, 2017/ aprender astrología, Neptuno, Planetas
Los Millennials, son aquellas personas nacidas entre 1981 y 1995. Un conjunto de personas que tienen fama de malcriados y egocéntricos.Son la generación del baby boom, nacidos en la abundancia económica. Mucho se ha teorizado sobre esta generación desde la psicología y la sociología, sin embargo, la mayoría de los análisis no van más allá de tacharlos de egoístas y culpar a los padres o a la situación social.
No falta razón en que es una generación un tanto idealista, o perdida, algo alejada de la realidad. Puede ser por haber tenido todo de pequeños como algunos dicen o puede que sea por otro motivo pero lo cierto es que defienden sus derechos y no considero que eso deba ser visto como algo tan negativo. Lo negativo es amar lo material por encima de todo y no valorar más allá.
Bajo mi punto de vista hay influencia de la posición de Neptuno en esta generación. Neptuno es un planeta de movimiento lento, lo que significa que está mucho tiempo en un mismo signo antes de cambiar a otro, por lo que su influencia afecta a varias generaciones. Los milenials tienen a Neptuno saliendo de sagitario, en capricornio o entrando en acuario. Antes de explicar por qué este tránsito es crucial para comprender a esta generación vamos a hablar un poco de Neptuno. Neptuno es para escapar de la realidad. Nos mantiene en un mundo como de nebulosa. Es el planeta de los estados alterados de consciencia, muchas veces provocados por efectos de estupefacientes como el alcohol. Nacidos con un Neptuno fuerte en su carta (en el ascendente, en piscis, en mediocielo…) son personas idealistas con tendencia a perderse en sus ideas, un tanto meditabundas o que viven más mirando al cielo que en la tierra. Excelentes escritores, artistas o incluso terapeutas o astrólogos si consiguen ordenar sus ideas. Excelentes políticos o activistas si se enfocan y luchan por el bien común.
Pero ahí el problema, la mayoría de los millenials aún no se enfocan en el bien común. Falta espíritu Piscis en esta generación (no en todos, obviamente). Falta sacrificio voluntario, valorar lo espiritual y cuidar de los demás. Pero, eh, no seamos tan exigentes. Tengamos en cuenta que los millenials más maduritos están ahora cumpliendo 36 años y este espíritu piscis de comunión con la humanidad y buscar el bien común es algo que la mayoría desarrolla a partir de los 40 años. No es casualidad que la gran mayoría de personas se interesen por la astrología a partir de esa edad. Piscis (regido por Neptuno) es el último signo del año astrológico, el que cierra el ciclo, y simboliza la sabiduría. No la sabiduría académica adquirida mediante el estudio, sino la sabiduría que da la felicidad, ese estado interior que se obtiene con la madurez y experiencia que hace que seas feliz con muy pocos objetos materiales. Dejemos que esta generación desarrolle su espiritualidad y quizás nos sorprendamos y sean capaces de cambiar el mundo como pretenden.
A muchos de ellos les tocó nacer con Neptuno en los últimos grados de Sagitario. Son grados kármicos. Son personas que continuamente tienen intuiciones, notan, sienten vibraciones. El problema es que si sientes demasiadas vibraciones, imagínate, una antena recibiendo miles de señales, te cuesta codificar, te cuesta saber cual es la señal correcta. Tienen que aprender a canalizar esta energía porque sino sienten que se van de la realidad, que se van de la situación. Otros nacieron con Neptuno de pleno en capricornio, el signo de lo estable, de lo establecido, de las estructuras de poder. Signo de tierra donde los haya. Neptuno en esta posición invita a acabar con lo establecido, a la rebeldía, a los cambios radicales. De hecho, la época de 1981-1995 fue época de importantes cambios políticos (caída de muro de Berlín, de los regímenes comunistas, guerra del golfo, primer gobierno de PSOE en España después de la dictadura, …). Bajo mi punto de vista, esta es una generación con potencial para cambiar el mundo si superan lo negativo de la posición de este planeta: apego a lo material, fobias, angustia, pesimismo y derrotismo.