Diferencias entre los nodos y el ascendente – Respondiendo dudas de la comunidad
Hace unos días pedí por instagram que me enviaran las dudas que tuvieran sobre la temporada de eclipses. Las he dividido en varios bloques. En esta ocasión voy a responder una duda solamente porque su explicación es algo larga, para comprender este artículo sería bueno primero entender la influencia del nodo norte y sur y los significados generales de los eclipses, si aún no cuentas con esa información te animo a que leas primero los artículos que he hecho sobre el tema.
1.Cómo podemos diferenciar la influencia del ascendente de la del nodo norte si coinciden en signo.
Esta es una muy buena pregunta, ya que tanto el nodo norte como el ascendente tienen en nuestra carta los códigos para guiarnos sobre qué debemos hacer para adaptarnos a esta experiencia física que es la vida, es decir, nos indican el tipo de aprendizajes que debemos hacer. En principio, no habría ningún motivo para tener que diferenciarlo, ya que al estar en el mismo signo, tu brújula te dice claramente en la dirección que debes ir, que es en la de ese signo, solo que lo hará enviándote diferentes tipos de mensajes.
La diferencia es que el ascendente casi siempre se expresa a través de situaciones sociales que nos dan la lección que necesitamos, nos muestran la parte de la personalidad y las aptitudes que no tenemos, muchas veces poniéndonos en nuestro camino personas que tienen las características del signo del ascendente pero quizás, de un modo un tanto exagerado o excesivo. La dificultad para manifestar el ascendente la encontramos en tu casa XII y en los planetas y el signo que haya allí, ya que esa casa XII es lo que te resulta cómodo y lo que puede impedir que manifiestes el ascendente.
El nodo norte también representa algo que nos falta y que tenemos que experimentar, y lo hace a través de las cualidades y características del signo que ocupe. Sin embargo, el modo de enviar sus señales es diferente.
Los nodos no están siempre activos, por lo que sentiremos su influencia y sus mensajes en momentos concretos. Algunos ejemplos de esos momentos son:
- Cuando hay temporada de eclipses
- Cuando hay un retorno nodal (ya sea inverso o completo).
- Cuando los nodos de tránsito – es decir, los que tenemos en este momento – se encuentren en un signo que cuadre a los nodos natales o al sol.
Además de no estar permanentemente activos, también encontramos otras diferencias entre la expresión de la energía del ascendente en nuestra vida y la de los nodos.
Los nodos cuando están bastante activados por alguna de las circunstancias anteriormente descritas pueden hacer que haya un giro radical de los acontecimientos en tu vida.
Mientras el ascendente se manifiesta de una forma continua y a través de experiencias más bien cotidianas, los nodos cuando están estimulados de verdad tienen el potencial para poner nuestro mundo patas arriba, para dar el cambio de dirección que tenías que dar para encontrarte con tu destino.
De hecho, esa es la principal función de los nodos. Son – junto con algunas expresiones de Saturno – el componente de destino que hay en nuestra carta. Cuando decimos «eso no era para mí y por eso se fue» ahí están implicados Saturno y los nodos, cerrando unas puertas y abriendo otras.
Generalmente esas experiencias son difíciles de vivir, porque sentimos que no tenemos todo el control de nuestra vida o que nos hemos esforzado mucho por algo y resulta que tenemos que desecharlo o que incluso se nos vuelve imposible seguir por ese camino. Esto ocurre cuando hemos elegido un camino equivocado, cómodo, que responda a nuestro nodo sur y casa XII, es decir, que nos ancla a vidas pasadas, a errores ya cometidos o que solo explote talentos innatos pero no suponga un reto.
Cuando eso ocurre, se vive con mucha frustración, ese es el motivo por el que los nodos durante mucho tiempo han sido considerados como maléficos y aún en astrología védica son vistos de ese modo.
En definitiva, aprender a vivir no es precisamente un cuento de hadas. Los nodos nos hacen encontrarnos con la parte más espiritual de la vida y comprenderla, su función es que entendamos que cada persona tiene un sendero a transitar, cada uno tiene sus obstáculos aunque siempre pensemos que el camino de el de al lado está más despejado que el propio. Y que nos abramos al aprendizaje, a experimentar aquello que nos da miedo porque es desconocido.
