El trabajo con los sueños – Los sueños lúcidos
Normalmente no somos conscientes de que estamos soñando a pesar de que en los sueños pueden suceder las cosas más inverosímiles, sin embargo, en un pequeño número de ocasiones podemos darnos cuenta de que estamos soñando y experimentar lo que se denomina un sueño lúcido.
De esta forma podemos incluso influir en el contenido de un sueño, creando y transformando objetos o incluso dirigiendo los acontecimientos. Esto parecería una simple anécdota o una habilidad algo extraña sin mucha utilidad. Pero lo cierto es que las personas que realmente controlan sus sueños llegan a reconocer que los sueños lúcidos son de las experiencias más maravillosas de sus vidas.
Más allá de todo eso, la utilidad mayor de este tipo de sueños es quizás mejorar la calidad del estado de vigilia. Lo interesante de todo esto es que cualquiera puede aprender a tener este tipo de sueños y la verdad es que es maravilloso poder controlar algo así. Ten en cuenta que estás controlando las ondas que emite tu cerebro para llevarlo a un estado de calma que mejora tu humor en el tiempo que estás despierto, tu estado de ánimo y te hace recuperar la energía y la motivación por vivir. Todo con una herramienta tan sencilla.
Es necesaria práctica para aprender a tener estos sueños. Pero puedo asegurarte que merece la pena. ¿Quién no se ha ido a dormir un día pensando en un problema y se ha levantado al día siguiente teniendo la solución? ¿no sería genial poder controlar eso?. Del sueño podemos traernos a la vigilia mucho conocimiento, no solo estados de ánimo. No olvides que el sueño es la forma de comunicación de tu inconsciente y el inconsciente contiene la mayor parte de lo que conoces.
En este artículo voy a dar para finalizar algunas indicaciones sobre como aprender a tener este tipo de sueños. Si veo que suscita suficiente interés iré poniendo más información sobre el tema en las redes.
Lo primero es que algunas personas solo con saber que existe este tipo de sueños ya comienzan a experimentarlos, son una minoría pero sucede. Lo que sí ocurre es que los tienen de una forma incidental pero no son capaces de controlar que suceda.
Lo primero a tener en cuenta es que será necesario llevar un diario de los sueños, lo que te va a ayudar a controlar cómo van siendo esos sueños y tu nivel de consciencia. Y parece algo paradójico el hecho de que haya que controlar el nivel de consciencia en el sueño pero es así como sucede. Los sueños se tienen en la fase Rem del sueño (que es la última fase de un ciclo que suele durar unos 90 minutos- por lo que a lo largo de la noche tenemos diferentes ciclos y diferentes fases REM). El hecho de necesitar mejorar el nivel de consciencia en el sueño es porque todo comienza con recordar, aprender a recordar los sueños. Mientras no tengas una buena memoria de tus sueños es difícil que puedas llegar a tener sueños lúcidos.
El primer paso para mejorar la memoria de los sueños es dormir bien y suficiente. Si estás descansado podrás recordar los sueños mejor. Otro requisito es la motivación y adquirir el hábito de preguntarte al despertar ¿Qué estaba soñando?. Es buena idea dormir múltiplos de 90 minutos puesto que ese es el tiempo que dura un ciclo de sueño así que si te despiertas a los 90 minutos, a las 3 horas o a las 6 horas habrá una mayor posibilidad de que estuvieras en mitad de un sueño al despertar.
Si nada más despertarte haces otra cosa que no sea preguntarte qué estabas soñando es muy probable que olvides una parte del sueño así que lo mejor es que te hagas esta pregunta nada más despertar. Intenta recordar unos minutos sin moverte ni pensar y seguro que alguna parte del sueño vendrá a ti. También puedes preguntarte cosas como ¿Qué estaba pensando? ¿Cómo me estaba sintiendo?. Cuando consigas recordar una escena pregúntate qué pasó antes de eso y antes de eso otro etcétera.
Después de estos sencillos pasos el aprendizaje se vuelve más complicado. Un siguiente paso sería buscar detalles raros en los sueños que nos den pistas de que estamos soñando. Pero eso lo dejamos para otro día.
Si quieres saber más sobre este tema el artículo está basado en los estudios de postdoctorado de Stephen LaBerge (Universidad de Stanford).
