La compatibilidad en las relaciones
Mucho se ha escrito sobre la compatibilidad y lo cierto es que no hay casi nada demostrado sobre esto. Es verdad que determinadas personas son más compatibles que otras. Sin embargo, soy de la opinión de que las personas que ya están en nuestra vida son compatibles con nosotros. ¿Por qué?
Porque donde está nuestra atención, nuestro SARA (Sistema Activador Reticular Ascendente), es donde está nuestro deseo. Aquello que queremos es aquello a lo que prestamos más atención. Aquello que no tenemos es en lo que nos fijamos de los demás.
De forma que en nuestra vida dejamos estar y mantenerse y sobre todo, dejamos entrar, a las personas que inconscientemente elegimos. ¿Y qué criterios seguimos para elegirlas? De alguna forma sabemos que esas personas tienen algo que nosotros no tenemos, y por tanto nos complementan, o bien esas personas reúnen características que nosotros hemos asociado a aquellos que nos caen bien, aquellos con los que en el pasado hemos tenido buenas experiencias, es decir, son personas similares a los que ya son nuestros amigos.
Le hemos dicho a nuestro SARA que eso es lo que estamos buscando así que nuestro sistema nervioso estará preparado para que nos fijemos justo en ese tipo de persona y no en otro de entre todas con las que nos cruzamos en nuestra vida.
Por lo tanto, cabe preguntarse por qué hay relaciones que no funcionan si inconscientemente estamos trayendo a nuestras vidas a personas que tendrían que cubrir nuestras necesidades puesto que son lo que queremos, tienen lo que no tenemos o bien se parecen a nuestros amigos y conocidos.
El hecho es que a veces nosotros mismos tenemos un desbalance y aquello que buscamos en otros sí que cubre nuestras necesidades pero no de una forma sana. ¿Por qué? Porque si yo estoy desbalanceada lo normal es que me fije en personas que también lo estén pero en otro sentido. Por ejemplo, una chica sumisa buscará un chico hipermasculino (típico malote que gusta a las adolescentes) etc.
Y como es de esperar dos personas con perfiles que están en los extremos se atraerán pero no tendrán una relación sana, quizás muy pasional al principio pero difícilmente podrán mantener en el tiempo el amor. La buena noticia es que si una de las dos personas empieza a equilibrarse es posible que la otra se adapte y haga lo mismo, encontrándose al final en un punto medio.
Ninguna relación en la que los dos quieran continuar está perdida. Por muy difícil que parezca recuperar lo que hubo, si hubo amor siempre podrá volver a haberlo.